Nadie sale ni nadie entra de Wuhan, cuna del coronavirus

Luego de la alerta mundial por la rápida propagación del coronavirus en cinco países, autoridades de Wuhan, la ciudad china, decretaron que nadie entra ni sale para evitar -si se puede- que la emergencia sanitaria se salga de control.

Hoy miércoles por la mañana, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, informó que en el país estaban identificados dos posibles casos de contagio, uno fue descartado y el otro, un maestro del Instituto Politécnico Nacional, sigue en observación para ver cómo evoluciona la enfermedad.

El profesor viajó en diciembre a China, de donde es originario, y al regresar a México comenzó a sentirse mal, por lo que se aisló en su vivienda.

Hasta ahora, han muerto 17 personas y se han infectado casi 500, lo que disparó el número de casos en pocas horas.

Una posibilidad es que el virus haya mutado, por lo que sería más difícil tratar a las personas contagiadas.

Como medida extraordinaria, se cerró la red de transporte público y los habitantes tienen prohibido salir de la localidad.

Todo está cerrado: el aeropuerto, transporte urbano y tren.

“La cantidad de casos identificados está aumentando porque tenemos una mayor comprensión de la enfermedad, mejores métodos de diagnóstico y más recursos movilizados”, informó Li Bin, vicepresidente de la Comisión Nacional de Sanidad.

Ante el posible ocultamiento del número de casos y síntomas en pacientes, Chan An Jian, portavoz del gobierno, lanzó una sentencia.

“Todo aquel que no diga la verdad será clavado al pilar de la vergüenza para toda la eternidad”.

Varios países han extremado los controles sanitarios, sobre todo con pasajeros provenientes de China.