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La Feria, la estafa

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Tigres de papel

Por Francisco Javier Mares

Se acerca peligrosamente el viernes 11 de enero de 2020. Algo así como El Día del Gran Asalto al Tren del Dinero. En realidad, a los bolsillos de los asistentes a la Feria Estatal de León. Ese día se inaugura, con nuevo patronato organizador y viejos modos de esquilmar al contribuyente.

Lo hemos sugerido aquí en otras ocasiones, después de los consejos del Instituto Municipal de Planeación, el Implan, y del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, el SAPAL, el botín más apetecible para los prohombres de la aldea, es el Patronato de la Feria. Ahí es donde está la carnita.

Le enlisto quiénes forman ahí:

Gabino Fernández Hernández, del Consejo Empresarial de León; Luz Graciela Rodríguez Martínez, del Consejo Empresarial de León; Roberto González Martínez, del Consejo Empresarial de León; José Ernesto Vega Guillot, del Consejo Empresarial de León; Arturo Javier Villaseñor Maisterrena, del Consejo Coordinador de Clubes y Asociaciones de Servicios; Ivonne Buenrostro Aguirre, del Consejo Coordinador de Clubes y Asociaciones de Servicios; Héctor Rodríguez Velázquez, de Coparmex; Jorge Antonio Hernández Campos, de la CROC -que aunque usted no lo crea, todavía existe-; Rita Esperanza Campos Álvarez, de Canirac; Alejandro Pacheco Gómez, de AMAV -cualquier cosa que signifique eso-; Leopoldo Soto Montes, de OCV; Luis Alfonso Gómez, de la Comunidad Loyola A.C.; Jorge Torres Gómez, de la CIRT; José Carlos Villalobos Oñate, de la Asociación Ganadera de León y Arturo Torres Romero, del Colegio de Arquitectos de León A.C.

El presidente del Patronato es el diputado -panista, por supuesto-, con licencia, Juan Carlos Muñoz Márquez. Y aquí es donde comienza la bronca.

Juan Carlos Muñoz es un invento político del exgobernador Juan Manuel Oliva Ramírez -ni haga gestos, así es-. Operó el elefante blanco que es el Parque Bicentenario; saltó a la fama cuando declaró que como diputado ‘ganaba poquito’; asistió al aquelarre blanquiazul aquel con las chicas del table en Vallarta; en su momento fue el diputado peor calificado de la legislatura a la que se inscribió y así…

Bueno, ahora se hizo designar presidente del Patronato de la Feria de León, porque quiere ser candidato de los azules a la Presidencia Municipal, donde ya el actual alcalde, Héctor Germán René López Santillana, le susurra que se puede quedar unos seis añitos.

Debuta en el cargo con una ideota: cobrar 70 pesos el acceso a las instalaciones, con derecho a subir a los juegos mecánicos que se le antojen. Eso será, dice El gran Juan Carlos, tres de los siete días de la semana. Ora, si usted no quiere, pues no vaya a la feria esos días y ya.

A ver. Si una familia tipo es de cinco integrantes, la pareja y tres chilpayates, habrán de desembolsar 350 pesotes, nada más de entre -más oruga, claro-, y ni pensar en una Pepsi Cola. A lo que los traje y fórmense. Es de entender que esos días asistirán a la Feria exclusivamente los interesados en los caballitos ¿Y los comerciantes, apá?

Ah, porque al menos uno de los niveles del Poliforum lo ocupan los oferentes de bisutería -artículos ‘pirata’ incluidos-, que apuestan y pagan renta, cara, con ese mercado en la mira.

Sus anteojos, fundas de celular, discos y calzones no los van a comprar los que llegan expresamente para ir a la rueda de la fortuna ¿Quiénes serán los primeros en gritar por falta de clientela? Al tiempo, falta poco.

Pero Juan Carlos está feliz con su genialidad. Dice que como esos días casi no va gente a la Feria -quién sabe entonces cómo le hacen para contabilizar, año tras año, a cinco millones de asistentes-, pues se van a emparejar con la oferta. Va derecho y no se quita.

Es de suponer entonces que tanto representante ‘ciudadano’ en el Patronato de la Feria, una de dos, o por fin abrieron los ojos para deslumbrarse con la inteligencia de un ser superior o simplemente levantan el dedo, porque para eso los llevaron. Sea por Dios.

A SHEFFIELD LE TIEMBLA LA MANO

Cosas veredes. Es a Francisco Ricardo Sheffield Padilla, expanista radical, exalcalde de León, hoy metido a reformista con la Morena del ‘Peje’ Andrés Manuel López Obrador, a quien tocaría en (mala) suerte meter en cintura a Juan Carlos Muñoz y cófrades. Pero no.

Al primer amago del Francisco Ricardo, actual procurador de la defensa del consumidor -obvio, es un decir-, el mismísimo alcalde Héctor Germán René, reviró con una bravuconería: que le haga como quiera, pero los 70 pesos, van…

Y Sheffield se hizo chiquito. Lo más que ha dicho, es que ‘exhorta’ al Patronato de la Feria y al Ayuntamiento de León a que reconsideren la decisión, que por que violan la Ley.

No, no, no. El señor procurador no está para ‘exhortar’ a nadie. Cobra de los impuestos para hacer cumplir la Ley, punto. Si Juan Carlos y Héctor Germán René condicionan el acceso a la Feria a la compra de su ‘promoción’ de los juegos mecánicos, violan la Ley Federal de Protección al Consumidor. Tan clarito como eso.

Sí, por supuesto, habría que esperar a que ello ocurra, pero Sheffield tendría que llegar a imponer el orden e incluso a clausurar la fiesta ¿O no ha entendido los modos de Andréj Manué?

Hay en el medio todavía un par de semanas, suficientes para que los actores -autoridades y comerciantes-, recapitulen y den marcha atrás a la tontería -e ilegalidad- que aprobaron, de lo contrario, bueno, ya le contaremos de los primeros gritos. No, no hay forma de aburrirse.

LA JAULA

Este sábado es Día de los Inocentes. A lo mejor es por eso…

Correspondencia: [email protected]

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