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¡Verde! o no

Nada raro, que el aparato de gobierno bajo la responsabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador y el propio del gobernador opinen diferente

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Tigres de papel

Por Francisco Javier Mares

Para el Gobierno del estado, Guanajuato se encuentra ‘en amarillo’.

Para el Gobierno federal, el estado habita ‘en verde’.

Nada raro, que el aparato de gobierno bajo la responsabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador y el propio del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, opinen diferente.

En este caso, qué importa que en el medio se encuentren miles de vidas en riesgo…

El fin de semana, Salud del estado anunció que aquí el semáforo de ‘Reactivación económica’ se sigue en ‘amarillo en alerta’ -cualquier cosa que ello signifique, de cara a la realidad en las calles.

Unas horas después, las autoridades federales pasaron lista al mapa nacional y ubicaron a Guanajuato como uno de los estados ‘en verde’ -es decir, en riesgo mínimo ante la pandemia.

Para el gobierno federal, los estados en el color verde del ‘Semáforo epidemiológico’, son: Coahuila, Jalisco,  Veracruz, Campeche, Chiapas… y Guanajuato.

Las entidades en color amarillo: Baja California, Sonora, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Michoacán, Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca, Yucatán y Querétaro.

Y los estados ‘naranja/ naranja’: Baja California Sur, Chihuahua, Hidalgo, Ciudad de México, Tabasco y Quintana Roo.

Ahora, seis entidades de la República se encuentran en color naranja, 20 en amarillo y seis en verde. Cuatro de los estados regresaron del verde al amarillo: Oaxaca, Nayarit, Tamaulipas y Nuevo León, mientras que, por el contrario, de amarillo a verde avanzaron Jalisco y Guanajuato.

Pero, Guanajuato no está de acuerdo.

En el discurso políticamente correcto, Moisés Andrade, de los servicios de la salud estatales, explica que ‘la tercera ola’ es latente, y debido a ello Guanajuato se mantiene en amarillo desde este lunes hasta el dos de mayo.

En esta entidad la suma de los contagios supera los 131 mil y las defunciones rebasaron las 10 mil 800, a contar desde el inició de la pandemia.

En su terreno, el subsecre de Salud federal Hugo Lopez-Gatell confirmaba que México cuenta ya prácticamente 215 mil defunciones.

En tanto que los gobiernos federal y de Guanajuato se ponen de acuerdo y simulan -eso les sale bien-, que sus estrategias de atención a la pandemia del SARS-CoV-2 y la ‘Covid-19’ son efectivas, los ciudadanos asumen, en los hechos, que todo el mal quedó atrás.

La movilidad social en los espacios públicos se libera de cualquier freno. En mercados y tianguis, más allá de algún letrero tan inútil como la señalética del ‘punto de reunión’ que toleran las direcciones de Protección Civil, ya nada -ni nadie- habla del riesgo mortal de la pandemia.

El transporte público -el de León como pésimo ejemplo-, circula abarrotado así sea en domingo, en evidente complicidad de las autoridades.

PRIMERO LAS CAMPAÑAS

Justo cuando los gobiernos federal y del estado deshojan el color del semáforo, los candidatos a diputados federales, locales y a los ayuntamientos de los municipios de Guanajuato en campaña, se esmeran en juntar mirones que superen en número al menos a los de un accidente vehicular.

Seguidos de sus chambelanes, recorren a diario un par de calles; gritonean en las plazas de los barrios, colonias y comunidades y son ya una ‘plaga’ que los tianguistas -en León hay más de 200 tianguis- no resuelven cómo sacudirse de encima. Los ‘¡Viva fulano!’ o ‘¡Viva zutanita!’, obligan a la cercanía y los gritos derrotan a los ‘cubrebocas’. En las campañas, la ‘sana distancia’ es una broma del pasado. 

El Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, el IEEG, ‘dictó’ las medidas pertinentes y se desentendió; desde la secretaría de Salud les mandaron decir que ya están grandecitos, que ya han de saber lo que hacen y que ellos no tienen ‘un ejército’ para cuidarlos, así que cada uno de los candidatos y los apoyadores puntuales están ahí por su cuenta y riesgo, la esperanza de una reecuperación de la inversión, los primeros, y de un empleo, los segundos, bordada en el estandarte partidario.

A las campañas resta la semana que inicia para adentrarse en el mes decisorio, mayo, antes de enfrentar las urnas de las que más de algún confiado saldría lastimado.

En el carril de al lado, incompleta la tarea de vacunación a los adultos mayores, incluso en primera dosis -el gobierno federal advierte que tres millones de ellos se niegan a ser vacunados, razón por la que recorta su meta de 15 a 12 millones-, se abre paso el siguiente tema: la vacunación a los profesores…,y con ello el regreso a las clases presenciales -que traerá una movilidad social prácticamente absoluta, aunque ahora todo mundo se cuide de mencionarlo.

De acuerdo con las secretarías de Educación y de Salud estatales, el programa ‘piloto’ iniciaría este 11 de mayo -Universidades como la IberoLeón llevan más de tres semanas en ello, hasta ahora sin conflicto.

Las condiciones federales para el retorno son tres: que el semáforo esté en verde, los maestros vacunados y el regreso sea voluntario -la segunda, digan lo que digan hoy los más optimistas, si bien les va se alcanzaría al cierre del ciclo escolar en curso -es un decir-, así que saldrán ‘tablas’ y todos contentos.

Las medidas para el ‘piloto’ de las escuelas primarias y secundarias y prepas públicas y privadas, se adaptarían a las realidades socioeconómicas de los alumnos, promete la SEG.

En la SEG dicen -eso dicen-, que  ya trabajan en reparar y adecuar lo necesario para un regreso a clases presenciales -al reconocer que unos 300 planteles han sido presa del vandalismo-, aunque no detallan quiénes se hacen cargo de la limpieza y de las reparaciones urgentes…

Y, sí. Al centro de las campañas y la epidemia, desde su universo particular el presidente del INE, Lorenzo Córdova, se erige -como si algo le faltara-, en autoridad en materia sanitaria: el uso de cubrebocas durante la jornada electoral del próximo 6 de junio será obligatorio, decreta. ‘¡Ya tomamos una decisión que ha quedado firme!’ Oh.

Algún día lo vamos a extrañar -ojalá, sea pronto-.

(A) LA JAULA

El estadio, el atraco.

El berenjenal en torno al estadio León, su propiedad, uso y abuso, apesta. Cada vez peor. Desde que el gobernador Diego Rodríguez -con el peor tino político posible-, anunció la posibilidad de ‘la compra’ del estadio… No, antes, durante y después, aquello supura. Y ahora, el impoluto Clan Zermeño, tiene a bien informar a la comunidad que el estadio ‘no está en venta’, y que emprenderá un carrusel de demandas judiciales contra abogados y palcohabientes. Éstos responden que si después de 11 años de litigio, se concluyó la propiedad en favor del ‘Club Social y Deportivo León A.C.’, el inmueble no puede ser objeto de compraventa alguna. Interesante el punto. Aquí hemos insistido en más de un par de veces, en dos cosas al menos: que si el gobierno ‘compra’ el estadio, para tirarlo, como es su intención, entonces sí habría que indemnizar a los palcohabientes y saldría ‘más caro el caldo que las albóndigas’; y que al margen del destino final de los papeles de propiedad, habría que procurar el destino carcelario de quienes hicieron que todo esto ocurriera. O’ra resulta que nadie. Héctor Germán René López Santillana, por ejemplo, ya dijo que el asunto ‘a’i se queda pa’l que sigue’. A él lo que urge es que el trienio acabe, para ir a casa a hacer cuentas… ¿Qué cómodo, no?

Correspondencia: [email protected]

Twitter: TigresDePapel

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