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En Guanajuato ya son más de 10 mil los muertos a consecuencia del contagio del coronavirus SARS-CoV-2 y su saga de covid-19

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Tigres de papel

Por Francisco Javier Mares

En Guanajuato ya son más de 10 mil los muertos a consecuencia del contagio del coronavirus SARS-CoV-2 y su saga de covid-19. Como aquí lo anticipamos, esa marca se alcanzó una semana antes de cumplir un año la aparición de la pandemia en el estado. El lunes nos amanecimos con 10 mil 20 víctimas mortales, de acuerdo con el reporte oficial de la secretaría de Salud estatal, justo el día que se declara en ‘semáforo amarillo’ y libera, con reservas en el papel, las actividades esenciales y no esenciales de los ciudadanos.

Nada distingue -al menos a favor-, a Guanajuato de la suerte que corren el resto de las entidades del país bajo el azote de la pandemia. En México ya son más de 2 millones 130 mil los contagios confirmados y superan 191 mil los decesos. En el mundo rebasan 117 millones los casos diagnosticados y suman más de 2 millones 600 mil los fallecimientos.

El domingo 15 de marzo de 2020, el secretario de Salud de Guanajuato, Daniel Díaz Martínez confirmó la existencia de dos casos de contagio del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, y debido a ello pacientes de covid-19 en la ciudad de León. Ambas personas habían viajado al extranjero, así que se trataba de dos casos ‘importados’.

Guanajuato da pues una vuelta completa al calendario anual de la covid-19, y  ha experimentado todas sus consecuencias en perjuicio de la economía, la convivencia y la salud de sus habitantes.

El ingreso de la población se vino abajo y, en consecuencia, el consumo interno, luego de los despidos y los cierres de comercios y empresas.

La pandemia de covid-19 en el estado dejó una pérdida de más de 50 mil empleos formales, apenas en el primer semestre de 2020, y puso a la deriva 60 mil alternativas laborales informales, dijo a los diputados el secretario de Desarrollo económico Javier Usabiaga, al cierre del año anterior. Para el mes de diciembre, alrededor del 7 por ciento de la Población Económicamente Activa, PEA, en la entidad, se reconocía en riesgo de perder su trabajo.

Los sectores más afectados, han sido cuatro: el clúster cuero, calzado y proveeduría, con más de 12 mil empleos perdidos; el turismo -con énfasis en los apartados restaurantero y de hospedaje-, que perdió 11 mil, hasta ese corte; la construcción, con 7 mil empleos y el automotriz, que resintió una baja de 11 mil trabajadores.

Además de la cancelación –aplazamiento, necean algunos-, de espectáculos y encuentros sociales, culturales y empresariales como la Feria de León, el Festival Internacional del Globo, FIG, -secuestrado por un estrato socioeconómico en su versión presencial, sin embargo- y el Festival Internacional Cervantino, FIC, de manera señalada, la normalidad de los guanajuatenses fue afectada también por la prohibición de acceso a actividades deportivas y lúdicas -a unidades y clubes deportivos, al deporte profesional-, y en el ángulo más grave, por las familias, muchísimas de ellas, que han sido diezmadas.

A la declaratoria federal de la emergencia sanitaria y la sujeción a un ‘Semáforo epidemiológico’ dispuestas por la autoridad federal, el gobierno de Guanajuato respondió con su guía propia, un ‘Semáforo de reactivación económica’, en la intención evidente de privilegiar las actividades productivas, sobre las restricciones en favor del cuidado de la salud, que las propias autoridades violentaron -ahí quedan la comida del gobernador con sus pares en la ex Hacienda de San Gabriel de Barrera; la inauguración de las remodelaciones al edificio del comité estatal del PAN; la realización del Sapica o la Expo en Irapuato.

El gobernador Diego Rodríguez, recién había decidido que el estado de Guanajuato -con Aguascalientes, Baja California Sur, Jalisco y Nuevo León- no se sumaría al ‘Instituto de Salud para el Bienestar’, el Insabi, el nuevo sistema de atención médica propuesto por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. ‘Guanajuato tiene el mejor sistema de salud del país’, insiste todavía el jefe del Ejecutivo guanajuatense.

La estadística no parece respaldar su dicho, a lo largo de un año de pandemia, Guanajuato se ha reiterado en los índices más graves del embate del SARS-CoV-2 y su saga de covid-19, y de manera rutinaria se replica en el ‘Top-5’ de las categorías de alerta.

En su voluntarismo optimista, las autoridades de Guanajuato alcanzan el primer aniversario de la pandemia de covid-19 y las 10 mil víctimas mortales en casa, bajo la luz amarilla del ‘Semáforo de reactivación económica’.

Con limitaciones en aforos y horarios que ninguna autoridad del estado o los municipios está en condiciones de hacer respetar a cabalidad, abren prácticamente todas las actividades productivas, comerciales, religiosas y de recreación: un año, más de 10 mil muertos.

ECHADOS A PERDER…

El gobierno federal anunció la entrega, este martes, de 74 mil 305 vacunas contra la covid-19 de los laboratorios Pfizer y Sinovac, al estado de Guanajuato.

Así, esta semana se reanuda con ese recurso el Plan nacional del vacunación, a cargo de las autoridades federales, a los adultos mayores de 60 años en seis municipios del estado: Celaya, San Francisco del Rincón, Silao, Manuel Doblado, Cuerámaro, Ocampo y San Diego de la Unión -de último minuto se dejó de lado a Salamanca.

Temporada de elecciones, al fin y al cabo, casualmente, desde el seno de  los estados ‘federalistas’ acusan recibir vacunas ‘echadas a perder’.

Que en Nuevo León fueron recibidas miles de vacunas en mal estado y que tuvieron que regresarlas, denuncia el secretario de Salud de ese estado, Manuel de la O Cavazos -harto proclive a los reflectores-, quien dice que también hay ‘reportes’ de dosis en malas condiciones que han llegado a otras entidades como Tamaulipas, Jalisco y Michoacán.

En el calendario, traspuestas las concentraciones a propósito del ‘Día Internacional de la Mujer’ en las ciudades más pobladas y en las capitales de los estados, que todos vimos al menos en la televisión, está en puerta el asueto formal con motivo de la ‘Semana Santa’, un auténtico ‘foco rojo’, que habría que paliar de alguna manera y, para ello, autoridades de las costas mexicanas anuncian el cierre de no pocas playas. Este año la ‘Semana Mayor’ será del domingo 28 de marzo al sábado 3 de abril.

La marca de las 10 mil muertes por covid-19 en Guanajuato, a días de alcanzar un año de su arribo al estado, con la declaratoria del ‘semaforo en amarillo’, la apertura de actividades esenciales y no esenciales, en la semana del Salón de la Piel y el Calzado, el Sapica, en León, deja mal paradas a sus autoridades. Es así. Simple. A lo mejor por eso, hacen todo lo que sea posible para que pase desapercibida…

(A) LA JAULA

Una de francotiradores.

Revuelo el que causaron las imágenes del ‘inhibidor de drones’ en lo alto del Palacio Nacional, mientras transcurría la protesta de las mujeres -‘son francotiradores’, se multiplicaron las voces interesadas. No, no lo eran.

¿Sabe quién sí montó francotiradores para resguardo del humilde informe de un gobierno municipal? El alcalde panista de León, Jorge Carlos Obregón Serrano (1998-2000) Para su II Informe, al equipo de Jorge Carlos Obregón le pareció buena idea llevarlo a la avenida Madero, al pie del Arco de la Calzada de los Héroes. Fue un desastre. Llovía. El peso del agua sobre las lonas amenazaba a los comales con las enchiladas que se ofrecerían para el disfrute de la concurrencia. Había que apresurar la lectura. Como en todo espectáculo decepcionante, los espectadores amagaban con abandonar las graderías. Nada grave pasó. Los invitados, ilustres y no, se dispersaban ya cuando dos uniformados del grupo táctico de la policía municipal -el antecedente primero fue el grupo ‘Comando’, que creó el capi Antonio Almada, y a todos sus integrantes ¡les daban un blanquillo extra en el desayuno!-, que habían permanecido tirados en lo alto del Arco, los rostros embetunados, la mira de sus rifles fija en vaya usted a saber qué, al cobijo del león de cantera -cuyos genitales fueron puestos a discusión alguna vez en la mesa del Ayuntamiento-, descendieron, los fusiles al hombro ¡A rapel! desde la cima del monumento y, furiosos, obsequiaron una mirada de cuchillos largos al periodista que reía a carcajadas ante semejante espectáculo -perdón, pero en esa ocasión no me pude contener…

Correspondencia: [email protected]

Twitter: TigresDePapel

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