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Los intocables

Hugo López-Gatell estima que en México unas 10 mil personas acabarán así. Hasta 8 mil pacientes podrían perder la vida

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Por Francisco Javier Mares

En el mundo fallecen entre el 50 y el 80% de los enfermos de COVID-19 en terapia intensiva. En entrevista para (EFE), Hugo López-Gatell estima que en México unas 10 mil personas acabarán así. Hasta 8 mil pacientes podrían perder la vida.

En Guanajuato, al 23 de abril se reportan 350 casos bajo investigación; 236 contagios confirmados; 109 de transmisión comunitaria y 15 decesos.

En León, con 61 casos positivos y 23 de transmisión comunitaria le siguen cantando a José Alfredo…

El ‘Oriente-poniente’ tarda 27 minutos. La una de la tarde y algo. A las puertas de la Canacintra sobre Mariano Escobedo, el sol de la Primavera de Contagio lastima el ego. En la acera contraria, ‘el güero’ de los ‘Tacos y tortas El Güero’ cierra su jornada. Echa el cilindro de gas y los trastos al camper de su camioneta. La banqueta queda atrás bien lavada con escoba, agua y jabón. Al lado está el ex Centro Comercial ‘K-2’ heredero del nombre de una mueblería de los Vázquez Raña que fracasó, cerró y marchó hace años. Instancias de gobierno lo rentan y habilitan como oficinas. Lo salvan del naufragio definitivo. Su atractivo más rentable son los cajeros de la CFE.

El urbano LE-1380 traslada a 37 pasajeros -correrá por esa única vía que alguna vez cargó hasta cinco denominaciones distintas al mismo tiempo y a según el tramo: Jaime Nunó/ Mariano Escobedo/ bulevar Kennedy/ Satélite…, hasta alcanzar ‘el palomar’ de la ciudad, donde ahora están a mate y mate gente-. Siete de los usuarios y el chofer portan cubrebocas. Hay asientos libres, pero una decena prefiere viajar de pie. O es el sol intransigente en uno de los flancos de la nave o ‘por si las moscas’ de la insana cercanía y el coronavirus.

Viajan dos menores de edad. Un hombre viejo y una mujer mayor, ajenos el uno de la otra, dormitan derrotados por el cansancio y el calor. El equilibrio en el número de ocupantes del camión se mantiene a cada relevo. El Sistema Integrado de Transporte, el SIT, en el blindaje de la zona de confort que le asegura la Dirección de Movilidad municipal transita con apenas cambios imperceptibles en el maquillaje. Es inmune a los virus y a la Ley. Traspuesto San Juan de Dios, alcanza la parada ‘Emiliano Zapata’, al lado sur del primer cuadro de la urbe.

Nomás cruzar la vialidad, línea de frontera con el barrio de San Miguel, está el tianguis ‘Del Carro Verde’, un ‘tianguis de ricos’ en los años idos. Había moda, perfumería y aparatos electrónicos de contrabando. No cualquiera, entonces. Ya no. Durante décadas, las crisis trajeron desempleo y el desempleo tianguistas en ‘economía de guerra’.

En cuadras y cuadras alrededor del mercado que le da su apelativo, menudean los apiladeros de ropa de dos y tres batallas. A 30, a 20 y hasta a 10 pesitos. Joyería de fantasía. Los ‘topers’ siempre tan útiles. Bisutería. Fierros viejos. Pocos mirones, compradores, todavía menos.

El mercado es otra cosa. Comer ahí es tradición leonesa. Comprar la carne, también. Las fondas, a tope. Las marisquerías. Caminar en los pasillos, se complica. Adultos mayores, niños, marchantes, clientes, reporteros extraviados. Ir y venir incesante. Los cubrebocas -que además aportan una sensación falsa de seguridad, a decir de López-Gatell-, se ven pocos. Unos pasos al costado hasta las florerías para tomar distancia. Aquí el COVID-19 ha de ser un mito. En los tianguis y en los mercados públicos hay ‘actividades esenciales’. Muchas otras, las más, no los son. En León, para todas se abre.

En la esquina de Reforma y Pino Suárez, en el merito centro de León, la cadena de tiendas «Coppel», engulló a los cines «América» y “Reforma”, que fueron gigantes en los años 70′. En su época, la matiné, un ritual obligado de los obreros y los estudiantes de León. Los primeros, en su peregrinar y culto en la capilla de «San Lunes» y los segundos, «de pinta». Un duelo de insultos y albures sostenido por los dos gremios a lo largo de las ¡Tres películas!, de las que constaba la función. Idéntica suerte corrió el «Cine León», en el cruce de Alvaro Obregón y 20 de Enero. El segundo más grande de la ciudad, en tres niveles de butacas de madera pintadas de verde. En ambos puntos, los tenderos de ‘Coppel’ respetan la veda a medias. Sus puertas están abiertas a quien vaya a cumplir con su pago u obtener un préstamo…

EL CINTURÓN DE CASTIDAD…

¡Ay!, el Centro Histórico de León en la era del coronavirus. Una cacerola en la que se fríen las ocurrencias oficiales. Ahí nomás en la contraesquina del ‘Coppel’ de Reforma, hay un ‘Waldo’s’. Abre y cierra en horario normal. Nadie los molesta ¿Cuál declaratoria de emergencia sanitaria? Pero ‘Waldo’s’ sería lo de menos…

«…El de control caída. Sí, el shampoo. El grande”, dice una mujer al radio que empuña. Viste el chaleco amarillo de la tienda ‘Del Sol’. Ellas trajinan hasta la esquina frente al edificio de Correos. Dictan los productos o corren de vuelta con garabatos en un papel. Los clientes hacen bolita ahí… Ah, pero no se apilan traspuestas las vallas ¡¿?! Los municipales decretaron que desde la mañana, nadie entra o sale de la plancha peatonal sin un control riguroso. Y eso solo si en la ‘Zona Cero’ han de realizar algún trámite o pago. En ese espacio despachan un Banamex; una sucursal de lo que fue la ‘Caja Popular Coecillo’ y ahora es ‘Mexicana’; los cajeros de la inmisericorde CFE de Bartlett; una tienda ‘Elektra’ que es también ‘Banco Azteca’, para depositar los ‘abonos chiquitos’.

En San Miguel de Allende, el alcalde Luis Alberto Villareal les escribió en Twitter: “increíble la voracidad y la falta de compromiso con sus empleados y nuestra gente. Todos haciendo sacrificios y #BancoAzteca poniendo en riesgo la salud de todos. Si pensabas ir mañana a este Banco, mejor #QuédateEnCasa ya está clausurado. #AquíEstamos con la gente y su salud-”- Oiga ¿Usté a qué va?

El Centro Histórico de León sigue cercado. Y ya hay voces que se crispan. “Las autoridades no están midiendo igual porque en el primer cuadro no se les permite abrir y hay negocios en las inmediaciones que no han cerrado”, se queja Alfredo Orozco -cita en el periódico ‘a.m.’-, dirigente y comerciante. Peligrosamente cierto. Revelador del entreguismo del gobierno local.

Nariz a nariz con el traspatio de la Presidencia municipal -difícil suponer que no la vean-, en 20 de Enero se levanta una tienda ‘Biba’, toda una institución en el pueblo. Telas de venta ‘esencial’. Pues para los ‘cubrebocas’, me ‘explica’ alguien más tarde. Pero no es únicamente ‘Biba’, en las calles aledañas a la zona peatonal, prácticametne todos los comercios están abiertos.

Loncherías; mueblerías; tiendas de lencería ¡Importadoras!; bares devenidos en comederos; una hilera interminable de oferta de ropa económica en Alvaro Obregón; accesorios de telefonía; mercerías; el centro de atención ‘Telcel’, con sus clientes que se apiñan en la acera y luego entran en ‘Susana Distancia’ al negocio. Un canto a la simulación. En Madero y Gante -ahí donde alguna vez estuvo ‘Ciudad Tienda SyR’ -que ardió en el fuego del…, no, no tanto- ‘Famsa’ abre sus puertas tan quitada de la  pena.

En el pasaje de artesanías ‘Praxedis Guerrero’, atrapado entre el primer cuadro y la Miguel Alemán, la señora de la comida sonríe entre divertida y un mohín de preocupación falso. Compartimos la historia de la farsa oficial de la ‘Noche de Reyes’ de 2017. ‘¡A’i vienen los saqueadores!’, les gritaban los polecías. Los obligaron a cerrar sus negocios. Pánico a cargo de gobierno. Una idea genial.

“¿Oiga, y esto de la cosa esa que anda por ahí, sí es cierto..?”, pregunta antes de reconocer apenada que todavía no prepara los chiles rellenos.

Acordamos que la pandemia es algo serio y que la normalidad va a tardar. Que ‘el soldado infectado’ que los Estados Unidos habrían enviado a China para comenzar la enfermedad, es una más de tantas patrañas que corren. La inmensa mayoría de los locales están cerrados. Se está poniendo feo. Ya ve que mataron a la hija de un policía. Estaba embarazada. Aquí ya casi todos quieren abrir ¿Usted cree? Es que no hay nadie. La gente no trae ni para comer…

LA JAULA

Ayúdame a aumentar el IVA, dice AMLO que le dijo Fox, en el 2000. Hay que hacer más grande el pastel. Yo le alegaba que se afectaba mucho a los pobres. No, se les va a devolver hasta ‘copeteado’. No, para entonces ya estarán muertos… Cuentos de terror en noches de pandemia.

Correspondencia: tigresdepapel001@gmail.com

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