Fase dos

Por Francisco Javier Mares

Pues será el sereno pero Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, no da su brazo a torcer.

En su mensaje a propósito de la entrada del país en la fase dos de la crisis mundial del covid-19, refrendó el carácter social del gasto público, defendió la actuación de su gobierno y presumió la disponibilidad de recursos.

En la parte política de su mensaje advirtió que las medidas contra el coronavirus se adoptan con prudencia, sin desesperación, y en la convicción de las fortalezas del país que permiten actuar con responsabilidad, sin caer en la ingobernabilidad.

El suyo, dijo, es un gobierno con autoridad moral, politica y que actúa de manera eficiente.

En un evidente desplante ante las descalificaciones a su actuar, que desbordan las redes sociales y los corrillos domésticos, el mandatario insiste en que el gobierno de México informa a su población desde hace tres meses, antes de las fases más difíciles.

De manera especial abogó por la estrategia que se guía por la opinión y las recomendaciones de los especialistas de la salud. Así que no se actuaría de manera apresurada: “no hemos hecho caso a conjeturas, se ha actuado con profesionalismo, se ha hecho a un lado la politiquería…”

Andrés Manuel hizo al menos tres anuncios importantes:

Uno. Que desde este lunes comenzaron a entregarse los recursos de la pensión a más de ocho millones de adultos mayores, 42 mil millones de pesos.

Dos. Créditos sin intereses o tasas muy bajas a un millón de pequeños negocios, comercios, fondas, talleres, taquerías -y atención a la advertencia-, “todo lo que va a resultar desgraciadamente afectado por la crisis económica…’”

Y tres. La firma de un decreto para que en los sectores público y privado los adultos mayores, quienes tengan problemas de salud y las embarazadas vayan a sus casas con goce de sueldo y todas las prestaciones -de pasadita, presumió el apoyo del multimillonario Carlos Slim, quien le habría comprometido no despedir a ningún trabajador de sus empresas-.

AMLO refirió que dinero hay. Que no permitir la corrupción ha dado la posibilidad de disponer de ahorros “todo lo que antes se iba por el caño de la corrupción, lo tenemos en caja”, fondos ‘para usar’, de alrededor de 400 mil millones de pesos.

En el remate, faltaba más, que enfrenta a los adversarios que buscan dañar a su gobierno aunque en ese propósito se dañe al pueblo; al amarillismo de algunos medios de comunicación; y a la difusión de noticias falsas y mentiras para atemorizar. AMLO, todo él.

“Teníamos una transmisión lenta, hasta que se llega a un punto donde la curva de contagio sube, la oportunidad de Mexico para contener el contagio, el momento es este y por eso declaramos la fase dos”, había dicho antes el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

MUJERES, EMPLEO Y COVID-19

Al igual que los jóvenes, los trabajadores mayores y la población migrante, las mujeres, sobrerrepresentadas en los sectores más afectados, como los servicios -58.6%, contra el 45.4% de los hombres, según la OIT- con trabajos mal pagados y menos protegidos, serán afectadas de manera desproporcionada por la crisis mundial del covid-19.

La desigualdad laboral, el acceso a la seguridad social inequitativo y la inestabilidad de sus trabajos, hacen que las mujeres enfrenten más riesgo que los hombres de perder el ingreso por las medidas económicas de mitigación al coronavirus.

ONU Mujeres advierte que en la emergencia sanitaria la carga de trabajo no remunerado en los hogares -sin contingencia es de 59 horas- aumenta por el cierre de escuelas y guarderías, las tareas de limpieza, el entretenimiento de los infantes y el cuidado de personas enfermas o mayores. 

Los expertos prevén, además, un aumento exponencial del subempleo -de impacto en ambos géneros-, dado que las consecuencias económicas de la pandemia por la nueva cepa del coronavirus, traerán reducciones de las horas de trabajo y los salarios.

En México el panorama es peor. Prácticamente sin distingo, las mujeres enfrentan desigualdad en el empleo por razón de género, violaciones sistemáticas a sus derechos laborales y se ocupan mayoritariamente en trabajos temporales o informales.

A la intentona de la operadora de empresas, Alsea, de enviar a sus empleados a casa durante un mes, sin sueldo, en Guanajuato habrá que estar muy atentos a las consecuencias del cierre ‘apresurado’ -de alguna manera habría que calificarlo- de las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje, las Julcas -operación en la que una vez más el subsecretario de Trabajo y Previsión Social, Marco Rodríguez Vázquez, evidenció los alcances de sus relaciones.

Atentos pues a los despidos en las fábricas, el comercio y los servicios, un ejemplo dramático, el de las empleadas del hogar -que nomás no ven los beneficios que en el papel tanto cacarearon en el Congreso de la Unión, desde julio de 2019- y que, trasciende, ya comenzaron a traducirse en ceses, sin más.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, en 2017 existían en México 2 millones 480 mil 466 personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado, de estas el 90% son mujeres.

Ocho de cada 10 no están afiliadas al Seguro Social; ocho de cada 10 no tienen pensión de retiro; siete de cada 10 son de ascendencia indígena; siete de cada 10 no tienen ninguna prestación formal; nueve de cada 10 carecen de contrato por escrito; el 97% está en la informalidad; y sólo 2.4% han ido al médico como prestación laboral.

Obreros, empleados del comercio y los servicios y trabajadoras domésticas, el escándalo es cosa de días…

LA JAULA

En Guanajuato, otros dos custodios asesinados; ah, no, perdón, la nota es el coronavirus…

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