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La balada del fiscal

Hoy, Carlos Zamarripa, espejito/espejito, lee en voz alta su primer informe como Fiscal general autónomo del estado, en su oficina/santuario…

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Por Francisco Javier Mares

Hoy, Carlos Zamarripa, espejito/espejito, lee en voz alta su primer informe como Fiscal general autónomo del estado, en su oficina/santuario…

Carlos Zamarripa es ‘el coco’ del panismo gobernante en Guanajuato.

Implícito en la calificativa, porque al vecindario todo de la estructura burocrática, provoca un miedo irracional -y en ausencia de transparencia, inexplicable-.

Y más grave aún, porque a nada de cumplir los albiazules 30 años en el poder estatal, sus desplantes retratan los vicios, todos y cada uno, que identificaron al jurásico priista, y replican ellos.

El desprecio absoluto por la separación de Poderes -y el consiguiente avasallamiento al Legislativo y al Judicial.

La concentración del control partidario y las candidaturas electorales, en la voluntad del mandante sexenal.

El uso y el abuso selectivo y clientelar del erario.

El tráfico de información privilegiada; las compras dirigidas; la generación espontánea de proveedores.

El despilfarro en los contratos; las obras suntuarias; los negocios desde el poder.

El autoritarismo, el nepotismo, el encubrimiento, el compadrazgo, el amiguismo y la incompetencia solapada.

“Deber esencial de cualquier organismo del Estado es la transparencia y la rendición de cuentas, lo que, en obvio tenor, corresponde también al ámbito de la Fiscalía… Se da cuenta de los resultados generados gracias a la labor cotidiana que se emprende, del trabajo arduo, constante y orientado… -escribe el fiscal en su prosa más propia de la abogacía postrevolucionaria-”.

Nada qué rescatar.

En su ceremonial particular de gasto y diseño a satisfacción, Carlos Zamarripa concluye el periplo breve de la entrega formal de su versión de los hechos.

Fue al Congreso -donde no sin un dejo de humor (negro) involuntario, los ujieres de la vocería colocaron un cintillo amarillo que delimitó la Escena del Crimen del Fiscal, para evitar que los periodistas la contaminaran.

Ahí, la presidenta de ocasión, la diputada panista Martha Isabel Delgado, a explicación no pedida, declamó que “el poder político no podía explicarse y comprenderse sin la correlación de responsabilidades entre gobernantes y gobernados…” El fiscal, resignado, se sometió al incienso.

Fue al Poder Judicial. Entró al despacho del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Héctor Tinajero. Le entregó en mano propia el documento. Nada más.

Tardó para llegar a Palacio. Lo recibió el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Ayala. Todo en privado, a solas, en silencio.

Zamarripa decide cuándo, dónde, a quiénes y en qué tono habla…

TRINOS DE UN INFORME

Guanajuato es el estado más violento de México.

Números matan discurso -eso lo discierne a temprana edad-, un escolapio cualquiera.

Zamarripa dice que no.

En realidad, el informe de marras, es un costal de mañas.

  • Que en un año se detuvo a 3 mil 500 presuntos delincuentes y se ‘desarticularon’ 174 células delictivas; se recuperaron 4 mil 466 vehículos robados; se incautaron 304 mil 338 dosis de narcóticos; se iniciaron 107 mil órdenes de investigación… -como con aquellos ‘microcréditos’ de míster Fox, si no lo cree, venga a contarlos-.
  • La Fiscalía abrió 164 mil 503 carpetas de investigación. Muy convenientemente, solo 14 mil 970 casos, el 9%, fueron judicializados. El 78% se resuelven en convenios y acuerdos. Y a lo que sigue.
  • Para el fiscal de Guanajuato, las fosas clandestinas de cadáveres anónimos y las personas desaparecidas son tabú. No existen. No en el informe. La única referencia a esa desgracia es que fueron capacitados y certificados en la materia, 14 empleados.

El Informe del Fiscal ha de ser evaluado por el Congreso. Y ahí carecen de la más mínima idea de cómo hacerlo. Nada hay para contrastarlo. No se conocen objetivos. No existen indicadores de desempeño. Si lo tiene, Carlos Zamarripa, a nadie ha mostrado -menos, claro, puesto a consideración-, un plan de trabajo. Las y los diputados lo reconocen, sin pudor.

La cosa se pone peor, si uno atiende a lo que dice el jefe del Congreso, a la sazón, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, el panista cortazarense Jesús Oviedo Herrera: “No se trata de llamarlo a cuentas; queremos estar cerca de él”.

Así que por allá del día 20 de este mes, si el ciudadano Carlos Zamarripa Aguirre no tiene algo más importante en qué ocuparse, se dará una vuelta al feo edificio del Congreso a atender una ‘mesa de trabajo’ en la que habrá de explicar a las y los diputados de la Legislatura 64 -la más dócil e incolora del modernismo panista-, lo arduo que es desempeñarse como fiscal del estado de Guanajuato.

Pero ni modo, les dirá, alguien lo tiene qué hacer…

LA JAULA

A propósito:

Durante enero y febrero se cometieron en el estado 811 homicidios dolosos (AM.)

(En 29 días) La ciudad de León tuvo el mes más violento de su historia moderna al contabilizar 83 personas asesinadas tan solo durante febrero (Zona Franca.)

O’ra, lo otro es creerle al Informe de Zamarripa…

Correspondencia: tigresdepapel001@gmail.com

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